Conoce a parte del equipo de cocina de Pomona: Olga, Teo y Jesús

TSL sat down with three Pomona dining hall workers to learn about their lives beyond the meals they cook in Claremont. (Wendy Zhang • The Student Life)

Traducido por Sara Garza

Durante el Día del Trabajo este año, miembros de la comunidad de los 5Cs se juntaron para apoyar a los trabajadores de los comedores de Pomona College en su lucha para incrementar sus salarios. 

Mostrando solidaridad hacia los trabajadores, cientos de estudiantes y empleados de Pitzer College se reunieron en Bixby Plaza para resaltar las grandes aportaciones que el equipo de cocina brinda a los 5Cs. 

TSL entrevistó a tres trabajadores de Pomona para aprender sobre sus vidas fuera de la labor de cocina que hacen en Claremont: Olga, Teo y Jesús. 

Olga Valdez

Si alguna vez has puesto un pie en el comedor Frank, probablemente has visto a Olga Valdez. Cuando está trabajando, ella puede ser encontrada limpiando mesas, ayudando a los otros empleados y alegrándoles el día a los estudiantes con una sonrisa que se siente a kilómetros. 

Valdez nació en Baja California, México, y actualmente vive en Fontana, que se encuentra a media hora de Claremont en carro. Su familia es su orgullo y felicidad — ha estado casada por 42 años, tiene tres hijos y un nieto. 

En su tiempo libre, ella disfruta cocinar para su familia y pasar tiempo con ellos. A Valdez le apasiona encontrar nuevas recetas basadas en los ingredientes que tiene en su cocina.

Durante los diez años que ha trabajado en la universidad, Valdez también trabajó junto con el equipo de limpieza,su primer puesto en Pomona. 

“Cuando comencé a trabajar [en Pomona], yo era un poco tímida. Ahora que estoy con todos ustedes, la pena se me ha quitado”, dijo Valdez.

Valdez nos compartió que una de las mejores partes de trabajar en los tres comedores de la escuela ha sido crear conexiones con los estudiantes. 

“Pues tengo mis tres hijos y yo me siento como si ustedes son parte de mi familia”, dijo Valdez. “Me da alegría que me vean como familia”.  

Una de sus cosas favoritas es cuando los ex-alumnos regresan a visitar. Valdez ha seguido en  contacto con varios a través de los años. 

Valdez es la trabajadora principal asignada a hacerse cargo de que Frank se mantenga limpio, corriendo de un lado al otro todos los días entre labores para poder ayudar a quien sea que pueda. Una parte integral de Pomona, a ella le encanta crear vínculos con los estudiantes, docentes y personal por igual.

“Me encanta estar aquí con todos ustedes”, ella mencionó. 

Jesús Manuel Landa

Jesús Manuel Landa es otro miembro del equipo de cocina en Frank. Él le mencionó a TSL su pasión por crear vínculos con otros, haciendo que la comunidad de los Claremont Colleges sea feliz a través del poder de la comida. 

Landa nació en Nostic, Jalisco, Mexico. Él ha estado en los Estados Unidos desde 1983 y ahora vive en Ontario. Él y su esposa Sonia tienen dos hijos quienes también trabajan en las cafeterías de la universidad. 

Después de trabajar en Frary durante 10 años, este año marca el inicio de su segundo año trabajando en Frank. 

Landa disfruta salir a caminar en su tiempo libre. Su mayor pasión, sin embargo, es escribir. Él acaba de terminar de escribir su libro “La Raya” que trata sobre la experiencia como inmigrante.  

“Habla sobre como llegamos a este lugar, como nos iremos, los logros que tenemos [y] las experiencias”, él dijo. 

Landa reconoce que no muchos entienden la realidad detrás del por qué las personas deciden emigrar a los Estados Unidos, y entonces, a través de su libro, espera educar a los lectores sobre estas motivaciones.  

Él dice que como alguien que no tuvo la oportunidad de estudiar escuela superior, es impresionante ver tantos estudiantes que tienen esa oportunidad. No obstante, él reitera que los estudiantes deben sacarle provecho a este lugar con tanto privilegio. 

“Ustedes como estudiantes, para ustedes son muchas las oportunidades, y quiero que las aprovechen todas”, dijo Landa.

Cuando le preguntamos cuál era su parte favorita del trabajo, al principio bromeó que era “recibir el cheque”.

“Pero ya en serio, es poder compartir experiencias con los estudiantes y aprender cuales son sus metas y éxitos”, él dijo. 

Una oportunidad que Landa sugiere es conocer al equipo de cocina. Es realmente un privilegio hablar con ellos y escuchar sus historias. Es importante no sólo reconocerles, sino también mostrarles gratitud por todo lo que hacen. Preséntate con ellos durante tus comidas, da las gracias, y tómate el tiempo de aprender sobre las personas que hacen tanto por nosotros: somos una comunidad que se tiene que cuidar entre sí. 

Teo Ibarra

Uno de los compañeros de trabajo de Valdez es Teodulo Ibarra, mejor conocido por los estudiantes como Teo. Es difícil pasar por alto su personalidad contagiosa cuando sales al patio de Frank donde probablemente esté haciendo omelets para una fila larga de estudiantes hambrientos — con todo y que prepara tres omelets diferentes al mismo tiempo.  

Ibarra hace del patio su propio espacio, con un gusto musical impecable y bromas ligeras que hacen reír hasta a los que están teniendo un mal día. 

Ibarra nació en Tepic, Nayarit, Mexico. Él se mudó a los Estados Unidos en 1985 y ahora vive en Montclair. Tiene tres hijos y ha estado trabajando en Pomona College desde hace diez años. Él trabajó en Oldenborg como cocinero por seis años y por los últimos cuatro años ha tomado cargo del puesto de omelets en Frank.  

Ibarra disfruta muchísimo ejercitarse durante su tiempo libre. Ya sea al ir al gym, al salir a caminar o al correr, él encuentra tranquilidad cuando su cuerpo está en movimiento. Además,  tiene una pasión por la cocina. Su parte favorita del trabajo son las interacciones que tiene con los estudiantes y sus compañeros de trabajo. 

“Puedo conocer personas nuevas de culturas diferentes, etnias diferentes, lo que se te ocurra”, compartió Ibarra. 

Ibarra dijo que siempre cuidará de los estudiantes y los apoyará de cualquier manera en la que él pueda, como ellos también procuran de él. Él les insiste a sus compañeros que consigan comida que los estudiantes quieran o que los ayuden, ya que él siente que hay un tipo de relación mutua entre los dos grupos de personas.

“Es como amor incondicional, ustedes siempre están ahí para nosotros”, dijo Ibarra. 

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